Elena Fernández Castaño, quien fuera portera del Atlético de Madrid B en su debut en la temporada 2008/2009, y posteriormente, del primer equipo, además de cinco años en el Rayo Vallecano B, y dos en el Masriver femenino, ha elaborado una clase conjunta con Aitor Van den Brule para su nuevo curso: “El portero: un especialista dentro del juego colectivo».
En la entrevista realizada como actual entrenadora de porteros, explica que el tratamiento del entrenamiento hacia un portero es independiente del sexo: “Al final vas a intentar tratar por igual a los dos porteros que tienes, da igual que sean chicos o que sean chicas, porque eso es lo que yo entiendo por ser profesional. No tener favoritismo con uno, y si lo tienes, no lo demuestres. Esto lo vas a hacer igual en fútbol masculino que en fútbol femenino. A la hora de entrenar yo entreno igual con chicas que con chicos, no creo que haya ningún tipo de diferencia en ese sentido”.
Ante la pregunta de cuál es la cualidad que considera más importante de un portero, indica que es partidaria de que esa cualidad va más allá de la preparación física. Más allá de la técnica, el portero tiene que saber tomar buenas decisiones, debe saber arriesgarse.
La exportera expresa que es importante que un portero sepa jugar con los pies pero que al final el portero lo que tiene que hacer es parar goles: “Cada vez hay más equipos que tiran hacia un modelo de juego que implica que la participación del portero sea mayor. Yo creo que tampoco hay que volverse locos, no se nos puede olvidar que el portero tiene que parar».
A su vez, considera que la autoconfianza de un portero es fundamental. “Normalmente un portero que no tiene una autoestima muy elevada, el mensaje que se va a dar continuamente independientemente del tipo de acción (si acaba en fallo de gol o no) va a ser negativo, y un portero que consigue llegar al punto en el que se refuerza a sí mismo en un partido es positivo”. Al final la autoconfianza es que el portero sepa que ha cometido un fallo pero que puede volver a intentarlo en otra acción.
Elena Fernández comparte su visión personal en cuando a la rutina idónea que debería seguir un portero para prepararse psicológicamente: “Es cierto que cuando comento con los entrenadores y les doy mi punto de vista, siempre soy partidaria de que el portero sepa antes (y con antes me refiero incluso al día antes del partido o el último entrenamiento) si va a jugar o no. Porque creo que el proceso mental que tiene un portero de cara a afrontar un partido, quizás por el hecho que conlleva el riesgo de ser el último jugador, o cómo nos afectan los errores que pesan mucho más, para mi es diferente. Y por experiencia propia de cuando jugaba, me ponía mucho más nerviosa el no saber si iba a ser titular, que cuando sí sabía que iba a jugar yo. Entonces, trato de darles ese mensaje a los entrenadores de que por favor si hay algún cambio, y el portero que ha estado siendo titular deja de ser titular, creo que la persona que va a volver a jugar necesita saberlo. Al final los porteros podemos llegar a estar muchos partidos sin jugar y perdemos ese hilo de conectarte a un partido, perdemos ese hilo de concentración, de estar tranquilo, de bajar la activación o subirla de cara a cada partido y de repente te tienes que enfrentar a eso”.