Tras 20 años siendo la responsable del departamento de psicología y aprendizaje de Lezama, María Ruíz de Oña es considerada una de las psicólogas deportivas más prestigiosas de España. Ha participado en diversos programas formativos de clubes internacionales en el desarrollo de entrenadores en el marco del fútbol formación y profesional. Además, es la presidenta de la Asociación Internacional de Psicología Aplicada al Fútbol (AIPAF). IDE ha tenido la suerte de conocer la manera en la que su especialidad influye en el deporte.
Pregunta: ¿Qué aspectos tienen en común la psicología y el coaching?
Respuesta: El coaching coge muchos elementos de la psicología, también coge aspectos de la filosofía y la lingüística, pero eso en la disciplina que se nutre de diferentes psicologías. Entonces, desde ahí aspectos en común pues comparte cosas que la psicología dice. Luego, la psicología es mucho más amplia que el coaching y tiene diferentes maneras de trabajar, una de ellas puede ser el coaching. Para mí la psicología es como la farmacia y el coaching como la parafarmacia, entonces la farmacia lo engloba todo.
P: ¿Existe una diferencia entre líder y liderazgo?
R: Si, el liderazgo es un acto que las personas dentro de una organización pueden ejercer y el líder es una persona que tiene una acción social. Con social no me refiero a un club de fútbol, a un equipo… Gandhi es un líder, hablo de esos líderes. Los entrenadores de fútbol si ejercen liderazgo y alguno tendrá matiz de líder, pero se confunde el concepto de líder con el que ha ganado más ligas y eso no es el liderazgo ni ser líder. Cuando hablo de líder me refiero a esos que tienen una acción social y creo que el resto de personas ejercemos liderazgo.
P: ¿De qué manera influye la competición en el proceso de crecimiento de un jugador?
R: En la medida en la que los entrenadores no entienden la función ni el lugar de la competición, influye desde mi punto de vista limitando al jugador, porque queremos llegar a conseguir un buen resultado sin haber trabajado/transformado al jugador. Es como cuando haces un examen de matemáticas y apruebas, pero no sabes matemáticas.
P: ¿En qué momento se produce el aprendizaje en un entrenamiento?
R: Desde el primer momento. Nosotros trabajamos mucho qué aprende un jugador antes del entrenamiento, entonces ahí el jugador dice “qué aprendo”. Si el entrenador llega, dice el entrenamiento y lo explica, se aprende a escuchar el entrenamiento, pero si el jugador llega y tiene a alguien que le pregunta “hoy te toca entrenar, pero ¿este ejercicio qué objetivo tiene?”, “¿para ti qué es importante en este entrenamiento?” el jugador igual está aprendiendo a pensar y a prepararse para afrontar el entrenamiento. Entonces, desde un primer momento se aprende.
P: ¿Por qué aprender implica cambiar?
R: Es como un movimiento interno, hablo de un aprendizaje vital, de ese que me lleva a mis límites, que me empuja a meterme en una zona que me cuesta, no me gusta o desconozco. Es ahí donde se produce esa resistencia de quiero pero me da miedo. Algo necesito cambiar –que más que cambiar es como soltar, dejar marchar-, que parte de mi necesito dejar marchar, porque no todo cabe en mí. Entonces algo tenemos que soltar para que pueda entrar esto. Ahí está el movimiento, por eso digo que para aprender hay que cambiar y para cambiar necesitamos aprender.
P: ¿Cómo afectan las lealtades invisibles al proceso de entrenamiento?
R: Sobre todo, emocionalmente y en la parte de hacer equipo, grupo y compromiso. Si han echado a un entrenador y había una lealtad muy fuerte con él, los jugadores no están de acuerdo… los jugadores van a tener resistencia a comprometerse con el nuevo entrenador. Entonces, llega el nuevo técnico sin saber qué ha pasado y le ordena a un jugador hacer algo y no lo hace, sabe que está enfadado y sabe que no es culpa suya. Entonces tenemos que aprender, sobre todo, que esto existe, que influye y que tenemos que manejarlo.
P: Respecto al aprendizaje, una vez dijo que hay que diferenciar entre aprendizaje y aprehender, ¿por qué?
R: Por este movimiento que te digo. El aprendizaje es acción, pero normalmente aprendemos sin darnos cuenta. Es como estoy dando una clase, lo que está ahí yo lo digo pero son ellos los que tienen que aprehender, ósea tienen que coger y tomar aquello que a ellos les dice algo sobre sí mismos, entonces ese es el movimiento de aprehender. Luego, el aprendizaje es un movimiento que va de dentro hacia fuera donde aprendo algo y lo vuelvo a meter.